Francisco recibió al ‘Circolo San Pietro’, cuya misión es servir a los necesitados y realizar labores de voluntariado, y animó a los miembros a transmitir a los jóvenes su «herencia de valores y experiencia». De cara al Año Santo, insta a los voluntarios a cuidar «el corazón y la carne de los pobres que, como decía san Lorenzo, son el tesoro de la Iglesia». El Pontífice señala en este sentido el testimonio de Pier Giorgio Frassati, «pronto santo».
Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano
Pensando en el próximo año, que «será el Año Santo», y con la mirada puesta en Roma, que «está llena de obras», Francisco, en la audiencia en el «Circolo San Pietro» (Círculo de San Pedro), subrayó que «la ‘obra’ que no puede faltar es la de la caridad».
Los peregrinos y turistas que vienen a Roma deben «respirar» el aire de la caridad cristiana, que no es sólo asistencia, es cuidado de la dignidad, es cercanía, es compartir vivido, sin publicidad, sin focos. Con vuestra presencia, con vuestra cercanía, compasión y ternura, preparáis también la ciudad para el Jubileo, cuidando no las calles o las infraestructuras, sino el corazón y la carne de los pobres, que, como decía san Lorenzo, son el tesoro de la Iglesia».
Francisco saluda a algunos participantes en la audiencia
Gratitud por el servicio
El Papa recibe en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a unos cuatrocientos miembros de la antigua asociación romana que desde hace 155 años se ocupa de los más necesitados con acciones concretas de solidaridad, documentadas en un volumen con todo el magisterio de los Papas al propio Círculo que fue donado al Pontífice. El Papa se alegra de recibirlos porque, dice al inicio de su discurso, la audiencia con ellos es una audiencia «bajo la bandera de la gratitud, que es el bello ‘sabor’ de la vida», «gratitud por el servicio» prestado «a los pobres de Roma, «en nombre del Papa» y «de la Santa Madre Iglesia».
No «musealizar» la historia
Francisco recomienda no perder «la memoria de las raíces» porque «son fundamentales» y «sin raíces no hay vida, no hay futuro». Pero, al mismo tiempo, el Papa insta a no quedarse anclados en el pasado.
Cuidado con «musealizar» la historia, con «esterilizar» las raíces. La memoria es el órgano del futuro, siempre que las raíces permanezcan vivas y sanas. Por eso os animo a transmitir a los jóvenes vuestro patrimonio de valores y experiencias. Necesitamos a los jóvenes para avanzar.
El Papa entrando en la Sala Clementina
Los mayores pueden ofrecer impulso a los jóvenes
El deseo de Francisco es que los abuelos del «Circolo San Pietro» transmitan su experiencia a sus nietos, y les invita a reflexionar sobre la «riqueza de fe vivida, de caridad concreta, de amor por los pobres» que puede ofrecer el ejemplo de una persona mayor, y sobre la energía, creatividad e impulso que todo ello «puede dar a un joven».
El testimonio de Frassati «pronto santo»
El Papa recordó también al beato Pier Giorgio Frassati, que «pronto será santo», y que «en Turín iba a las casas de los pobres para llevar ayuda», un joven «de familia acomodada» que «no se perdía en la ‘buena vida’, porque en él estaba la savia del Espíritu Santo, estaba el amor a Jesús y a los hermanos».
La foto de grupo con los miembros del Circolo San Pietro