El sábado 28 de junio en horas de la mañana se realizó la solemne Eucaristía en honor a San Pedro Apóstol, patrono de la parroquia y también de la Arquidiócesis. Por primera vez nuestro arzobispo Miguel Lenihan ofició esta misa con su presbiterio, los seminaristas y la vida consagrada, la catedral estuvo llena de feligreses, también acompañaron miembros de la corporación municipal.
En la homilía Monseñor resaltó: “Deseo que San Pedro Sula sea una ciudad de mucha paz, tranquilidad, desarrollo y seguridad, que aumenten las inversiones y las fuentes de trabajo, que sea una ciudad de luz brillante entre muchas otras”.


Destacó que la celebración también era en acción de gracias por la fundación de San Pedro Sula “que Dios bendiga a todos los que viven en la ciudad y más que todo a los hermanos enfermos, pobres, necesitados y vulnerables. Para Dios todo es posible y por esa razón sigamos soñando por esta ciudad industrial con mucha paz, seguridad e inversión y de esta manera generar empleo principalmente a los jóvenes”




Se refirió a San Pedro y San Pablo como “las columnas de la Iglesia, los pilares, los santos tienen una misión muy especial ya que son intercesores, son nuestros protectores y nos enseñan acerca de Dios y la vida cristiana, necesitamos modelos a seguir y ellos son testigos del evangelio, Cristo escogió a los humildes. San Pedro fue llamado por el Señor, fue pescador humilde, no puso resistencia en su llamado, siempre ocupó el primer lugar en la lista por lo que había algo grande preparado para su vida”.
Al concluir la homilía el arzobispo invitó a evangelizar con el testimonio personal y a no lucrarse del evangelio.
En la eucaristía se realizó la presentación de dones como las llaves, una barca y el logo del jubileo. Al finalizar Monseñor agradeció a todos los presentes y felicitó nuevamente al pueblo Sampedrano.