Luego de la semana de los ejercicios espirituales, el presbiterio de nuestra Arquidiócesis de San Pedro Sula ha redactado una carta, donde expresan su agradecimiento a todos los fieles por acompañarlos con sus oraciones.
A continuación, les compartimos la carta:
Siguatepeque, Honduras, 8 de noviembre del 2024.
Al pueblo fiel elegido por Dios que peregrina en la Arquidiócesis de San Pedro Sula.
Queridísimos y amadísimos hermanos:
Nosotros el presbiterio de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, habiendo concluido esta hermosa experiencia de Ejercicios Espirituales 2024 nos dirigimos a Ustedes para expresarles nuestra gratitud por acompañarnos con sus oraciones. En la oración que nos une y nos hace hermanos, ustedes también han estado presentes en nuestro retiro.
Cuando Jesús oró y llamó a los apóstoles, en ellos estabas presente tú como monaguillo, tú como delegado, tú como catequista, tú como animador de CEB’s, tú como bautizado (cfr. Mc 3,13). La experiencia sinodal nos recuerda que todos somos hermanos. En razón de nuestra vocación bautismal todos hemos sido creados (elegidos) por Dios para colaborar en la construcción y extensión de su Reino.
Como cristianos estamos llamados a renovar el amor primero y profundizar en la experiencia de amistad con el Señor para llegar a ser evangelios vivos en el mundo. Renovar el amor primero implica tomar mayor conciencia de que la fe, aunque es una experiencia personal, tiene también una profunda dimensión comunitaria.
Les expresamos además nuestra petición de perdón por las veces en que no hemos irradiado y testimoniado el amor del Señor Jesús, cuando no han visto en nosotros la presencia de Cristo, cuando no les hemos dado un auténtico y verdadero testimonio de vida cristiana y de evangelio y cuando nos hemos vuelto funcionarios y no servidores.
Les ofrecemos nuestro acompañamiento, como pastores queremos estar siempre al servicio de la comunidad.
Les pedimos que nos sigan apoyando, con su oración y cariño, con sus consejos oportunos y llenos de caridad que nos ayudan a crecer y así juntos podemos seguir construyendo el Reino del amor, de la justicia y de la paz.
María, Madre y hermana, Nuestra Señora de la Palabra nos acompañe en nuestro caminar.
Con afecto fraterno y en espíritu de oración:
El presbiterio de la Arquidiócesis de San Pedro Sula.