En la celebración del Día de la Madre, el Boletín Informativo de nuestra Arquidiócesis de San Pedro Sula, el Buen Amigo ha querido dar a conocer los testimonios de estas madres que han tomado a María como guía y ejemplo para desempeñar esa gracia de ser madres que Dios nos ha dado.
Carmen Morales de Larach
“La Virgen María ha sido mi mentora””
Creo que ser madre ha sido el propósito más importante de mi vida. Una tarea en la cual la Virgen María ha sido mi mentora. No puedo pensar mi vida sin la experiencia de ser mamá y no hay día que no agradezca a Dios por concederme la responsabilidad de criar cinco hijos. Aunque, por supuesto, no es fácil el camino. Tiene muchas dificultades, dolor, lágrimas, pero muchas alegrías también.
Siento que cada vez más las familias deben poner su amor y confianza en Dios. Con tantas influencias y distracciones que nos alejan y buscan que las parejas piensen más en ellas que en el equipo que es nuestra familia. La familia es la célula de la sociedad y hay que cuidarla.

María Elena Fajardo de Gavarrete
“La Virgen María ha sido mi guía, mi consuelo y mi intercesora en este camino y responsabilidad de la maternidad”
Nuestra Madre María siempre ha sido en mi vida el modelo de amor, entrega, esperanza y fe inquebrantable, tanto en los momentos de alegría como en los tiempos de prueba. Ha sido mi guía, mi consuelo y mi intercesora en este camino y responsabilidad de la maternidad.
En estos tiempos actuales, educar a los hijos en la fe representa un gran desafío; sin embargo, es una tarea sagrada y una misión que podemos lograr con constancia, amor, oración, perseverancia, pero, sobre todo, con profunda confianza y fe en Dios.
Orar juntos en familia, participar de la eucaristía, fomentar la vida sacramental, compartir las historias de la biblia y la vida de los santos, involucrar a los hijos en actividades de caridad y servicio, son algunos consejos prácticos para vivir la fe en nuestra Iglesia doméstica; y siempre tener presente que como padres, debemos ser verdadero testimonio de vida coherente, nuestro comportamiento y compromiso en la sociedad y nuestra vida espiritual, deben ir de la mano, esa es la mejor catequesis que podemos darle a nuestros hijos.

Blanca Echeverri de Hernández
“Nuestra Santísima Madre ha sido mi modelo a seguir”
Me siento una hija amada y escogida de Dios al darme la gracia de ser madre de tres hermosas hijas, sin duda alguna nuestra Santísima Madre ha sido mi modelo a seguir, María, al decir “sí” a la maternidad de Jesús, demostró su confianza en la voluntad de Dios y su fe en que Él le brindaría la fuerza y el apoyo necesario.
De ella he aprendido a aceptar la voluntad de Dios, su disposición a servir me impulsa cada día a dar un sí rotundo al llamado, en las diferentes pastorales y en todos aquellos momentos donde hay un llamado a servir, ella es mi modelo de fe y esperanza; por ello a mis hijas en todo tiempo les motivó a que sigamos su ejemplo como primera peregrina del Señor, trato de transmitirles que tenemos que permanecer en el amor de Cristo, nunca perder la fe, sin importar las circunstancias, les digo, que permanezcan en la oración y que confíen en las promesas de nuestro Dios misericordioso, que a ejemplo de María seamos portadores de esperanza y estemos atentos como toda madre a decir sí con entusiasmo, amor y entrega.
Hoy que tengo la gracia de ser abuela, le pido a Dios y a nuestra Madre que me alargue mis años de vida para disfrutar del regalo de Dios que son los nietos. Nathalia es el nombre de mi primera nieta, de Andrea, mi hija mayor, con quien ya compartimos la experiencia de ser madres a ejemplo de María.

María Elena Aguilar
“la Virgen María nos acompaña apoya en la tarea de padres”
Ser madre ha sido una bendición a pesar de los momentos difíciles; fueron más los momentos maravillosos. Es el regalo más hermoso que la vida me ha dado 5 hijos; es un amor incondicional e inexplicable.
Me imagino a María cuando le anunciaron que iba a ser la Madre de Dios, qué sentimientos le embargaron, de asombro, de alegría, imagínense ser la madre de Dios. Así como uno le nace un amor especial por ese niño que está en el vientre, María al ser tocada por el Espíritu Santo se inunda de ese amor divino tanto así que, al tener al niño en sus brazos, puede disfrutar de bonitos momentos al lado de Jesús y pudo por ese gran amor soportar el dolor más grande de una madre al ver a su hijo golpeado, maltratado y humillado hasta la muerte.
Esa es la experiencia del amor que está o debe estar en las madres en los momentos difíciles y momentos de felicidad. Un amor que no se puede definir, solo se puede decir: “Es el amor de una madre”.
En esta era demandante es un reto la educación de los hijos; la base es criarlos con amor, responsabilidad y dedicación, orientando, respetando e inculcándoles confianza. Que sientan la cercanía de los padres, que se sientan escuchados, protegidos, evitando los malos tratos y los gritos. Que estén presentes cuando los necesiten, así ellos los escucharán; no olvidarse que es importante inculcarles valores morales fuertes, sobre todo el amor a Dios, amor a la vida, al trabajo, a sus semejantes, involucrándolos en la fe desde pequeños usando los medios que la iglesia nos enseña, así poco a poco los vamos enseñando y recordemos que no estamos solos en esta tarea, Dios y la Virgen nos acompañan apoyando la tarea de padres.
No debemos olvidar que la fe y los valores cristianos ayudarán mucho a nuestros hijos al enfrentar todo lo que conlleva estos tiempos.

Historia
En Honduras el Día de Madre se celebra el segundo domingo de mayo. Esta fecha es dedicada a honrar y agradecer el esfuerzo que cada una de ellas realiza con amor y dedicación.