El 9 de febrero, las parroquias Nuestra Señora del Carmen de Yojoa y La Santa Cruz, de Santa Cruz de Yojoa de zona Subirana peregrinaron juntas a la catedral en el marco de la celebración del año jubilar 2025.
Los feligreses de ambas parroquias se reunieron en Plaza las Banderas junto a sus párrocos el padre Henry Gómez y el padre Óscar Funes de La Santa Cruz y el padre Jorge Cruz de Nuestra Señora del Carmen de Yojoa, antes de iniciar la caminata realizaron un acto simbólico, seguidamente la peregrinación que estuvo encabezada por los monaguillos llevando la cruz, uno de los símbolos de jubileo, seguida de las vallas de cada una de las parroquias, un carro parlante que animó a los peregrinos durante toda la marcha, el logo del jubileo y pancartas con el nombre de las diferentes comunidades de las dos parroquias.


Al llegar a la catedral, monseñor Miguel Lenihan recibió la cruz del jubileo 2025, abrazando como signo a todos los peregrinos de estas parroquias a quienes instó a pasar con él por la puerta Santa de la Catedral y donde antes de iniciar la misa los fieles recibieron la tradicional bendición con el agua que evoca el bautismo.
Monseñor Miguel dio la bienvenida a las parroquias que han peregrinado con júbilo y alegría, al párroco de Santa Cruz, el padre Henry Gómez y el vicario, padre Oscar Funez al vicario de Nuestra Señora del Carmen, padre Jorge Cruz, gracias a todos los fieles por este sacrificio, ya que vienen desde diferentes sectores de Yojoa, “Es muy edificante ver tanta gente esta tarde, generalmente es el obispo que vista las parroquias pero hoy las parroquias vienen para visitar al obispo, me siento muy contento de ver y recibir a cada uno de ustedes en este domingo jubilar”.




El Arzobispo en su homilía dijo que es importante recordar cómo debemos celebrar el año jubilar, comentó que ya se hizo la presentación y la inauguración, pero que debemos recordar cómo seguir viviendo el año jubilar en nuestras parroquias y en nuestra vida personal, “en primer lugar, no debemos olvidar los elementos del año jubilar, este es un año de reconciliación, para reconciliarnos con Dios y los hermanos, es un año de conversión, la conversión nunca termina, algo muy importante es leer la carta convocatoria que ha escrito en Papa “Peregrinos de la Esperanza”, sería muy bonito en sus parroquias, con sus párrocos leerla, tiene mucho contenido espiritual, visitar a la catedral para ganar la indulgencia, confesándose y comulgando una semana antes o después y orando por las intenciones del Papa, también les invitó a vivir las obras de misericordia”.
Nuestro pastor Miguel también pidió a todos los peregrinos vivir este año con esperanza “Seamos un pueblo, una comunidad de esperanza, sigamos creyendo y trabajando por un futuro, por una Honduras mejor, una Iglesia con más participación, más misionera, una Iglesia donde todos pueden creer en Jesús, y más que todo no olvidemos orar cada día, hay una oración hermosa del jubileo. Hay mucho que hacer, ustedes no pueden decir hemos cumplido, no cada día, cada semana, cada mes, tenemos que seguir viviendo este año jubilar”.
Monseñor Miguel también pido a todos orar por las vocaciones, por la pastoral vocacional de nuestra arquidiócesis, “no nos cansemos de orar constantemente por las vocaciones hay muchas ovejas sin pastor la cosecha es grande los labradores son pocos, oremos para que jóvenes y adultos sigan respondiendo al llamado del Señor”.







Antes de culminar la Eucaristía cada párroco dio las gracias a Monseñor Miguel por su recibimiento: El párroco, Henry Gómez expresó: “gracias por responder al llamado que Dios nos ha hecho este día por permitirnos caminar juntos, por venir a esta peregrinación y atravesar esta Puerta Santa de nuestra catedral y vivir con humildad nuestro jubileo.”
El padre Jorge Cruz expresó: “Monseñor Miguel, con un corazón agradecido por ese recibimiento suyo de padre y pastor de esta arquidiócesis hemos venido a esta catedral con el corazón lleno de esperanza y con la esperanza puesta en un Dios que como padre bueno nos abre sus brazos, hemos vivido la alegría del jubileo de sentirnos amados por un Dios bueno y clemente lleno de misericordia.”
La misa concluyó con la bendición final de parte de Monseñor Miguel a todos los peregrinos que llenaron la catedral Metropolitana San Pedro Apóstol.




