El 23 de marzo, la parroquia Santiago Apóstol de Cuyamel, de zona Medalla Milagrosa peregrinó a la catedral en el marco de la celebración del año Jubilar 2025. Su párroco, José María Ibero, y los vicarios, padres Wilmer Martínez y Félix Marieskurrena, de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl acompañados de los fieles llegaron llenos de alegría para cruzar por la Puerta Santa de la Catedral Metropolitana, San Pedro Apóstol.
La caminata inició en la Plaza las Banderas, donde se congregaron los fieles de todas las comunidades parroquiales que desde temprano llegaron en varios buses. Los peregrinos recorrieron el camino con fe, esperanza y alegría en medio de alegres cánticos.





Los peregrinos al llegar a catedral fueron recibidos por monseñor Miguel. El párroco, José María Ibero pidió a su Pastor: “Queremos cruzar la Puerta Santa de esta nuestra catedral como signo de fe en Dios Padre que nos abre la puerta de la esperanza. Nos hemos preparado con la celebración de los sacramentos, con la oración y con la práctica de la caridad, le pedimos que en nombre de nuestra Iglesia particular nos acoja en la comunión del amor, la fe y la esperanza”.
Monseñor Miguel respondió: “los recibo con alegría y agradecimiento, y los acojo en esta catedral que es la Iglesia de todos los fieles de la Arquidiócesis, gracias por el esfuerzo para recorrer el camino que los trae hasta aquí, pero, sobre todo, les agradezco el camino espiritual que han recorrido, camino de conversión, comunión, de renovación misionera y de caridad fraterna.”
Luego de pasar por la Puerta Santa y recibir el agua bendita que le recuerda a cada uno su bautismo, monseñor Miguel Lenihan ofició la Santa Eucaristía que fue concelebrada por los sacerdotes de la parroquia de Cuyamel.






Monseñor Miguel nuevamente dirigió palabras de bienvenida a todos los hermanos presentes y especialmente a los 160 catecúmenos que se están preparando para recibir los sacramentos de iniciación cristiana en la Vigilia Pascual y que esa tarde realizaron su primer escrutinio.
Nuestro Arzobispo Miguel nos recordó que “no podemos perder el sentido de las peregrinaciones del Año Jubilar, el sentido de esta visita, en primer lugar, ganar la Indulgencia, las condiciones son sencillas confesarse, comulgar, orar por las intenciones del Santo Padre y rezar el credo. Esta indulgencia plenaria podemos aplicarla a las almas del purgatorio y a nosotros mismos. La indulgencia es la misericordia de Dios, Dios que es indulgente y que quiere perdonarnos.
Este año es un año para vivir las obras de la misericordia, no solamente meditar sobre la misericordia sino ponerla en práctica, podemos hacerlo con nuestros hermanos migrantes, con los pobres, los enfermos, tenemos que vivir la esperanza. Sigamos en este año viviendo la esperanza que sea un año de oración oremos por los frutos de jubileo,
La misa concluyó con la bendición final y el envío misionero de parte de Monseñor Miguel a todos los peregrinos que llenaron la catedral Metropolitana San Pedro Apóstol.