Nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán
La Diócesis de Santa Rosa de Copán celebró gozosamente el sábado 20 de septiembre la solemne Eucaristía de Toma de Posesión Canónica de Monseñor Héctor David García Osorio, nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, que comprende los departamentos de Copán, Ocotepeque y Santa Bárbara.
La toma de posesión canónica se realizó en el campus de la Universidad Católica, Santa Rosa de Lima; asistieron el nuncio apostólico de Honduras, Monseñor Simón Bolívar Carrión, los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras, el clero diocesano, sacerdotes de otras diócesis.




El padre Elías Calderón, administrador diocesano, dirigió las palabras de bienvenida a Monseñor Héctor David, en nombre de todo el pueblo de Dios que camina en esta diócesis de Santa Rosa de Copán, también a los obispos de la provincia eclesiástica de San Pedro Sula, de la Arquidiócesis de Tegucigalpa y a los obispos de todo el país y del extranjero.
El nuncio apostólico Monseñor Simón Bolívar Sánchez Carrión expresó: “Querido monseñor Héctor, reciba mi saludo fraterno en nombre del Santo Padre León. Usted inicia hoy un camino de humilde servicio, entrega y amor paternal por esta diócesis que ahora es su familia, su hogar y su rebaño; sea para ellos reflejo del Buen Pastor que conoce a sus ovejas. A ustedes, querido pueblo de Dios de Santa Rosa de Copán, sacerdotes, seminaristas, religiosas, les invito a que acojan a su nuevo obispo con corazón abierto, ámenle como a un padre, oren por él, caminen a su lado; él viene con un corazón dispuesto a escuchar, acompañar y a construir juntos una Iglesia cada vez más fiel al evangelio, misionera, samaritana, cercana a los pobres y fraterna.






En nombre de la Santa Sede, el nuncio también agradeció a los obispos que han pasado por esta diócesis: Monseñor Óscar Andrés Rodríguez, que fue administrador apostólico por 3 años; Monseñor Darwin Rudy Andino Ramírez, por su entrega generosa durante los últimos 13 años en esta diócesis; y a Monseñor Luis Alfonzo Santos Villeda, quien sirvió por largos años a esta grey, y al padre Elías Calderón, que hasta hoy ha fungido como administrador diocesano en este tiempo de sede vacante.
Seguidamente, Monseñor Héctor David García realizó ante el pueblo de Dios la profesión de fe y el juramento de fidelidad; luego se dio la lectura de la Bula, el mandato apostólico con el que el Papa León XIV designa al nuevo obispo.
El nuncio, Monseñor Simón Bolívar, entregó el báculo y la cátedra a Monseñor Héctor David: “Venerado hermano, te invito a que, en nombre del Señor, pastor de la Iglesia, tomes posesión de la cátedra de esta Iglesia, para la que el Santo Padre León XIV te ha llamado, y recibas el afecto de tus hermanos en el episcopado y el acatamiento de tus nuevos hijos presbíteros y de una representación del pueblo de Dios al que te diriges a cuidar”.
Los obispos saludaron al nuevo pastor de la diócesis de Santa Rosa y de igual manera lo hicieron los presbíteros, el clero copaneco y representantes del pueblo de Dios.
Después del rito, monseñor Héctor David dio su primer mensaje como obispo: “Gracias por venir, su presencia me anima al tomar esta nueva responsabilidad episcopal; gracias, sacerdotes seminaristas de la diócesis de Yoro, que por 11 años hemos hecho camino al andar; gracias a los medios de comunicación, a los hermanos de Choluteca, Tegucigalpa y de otras diócesis, a mi hermano y amigo Monseñor Jorge Pasmiño de Ecuador, a mi familia y a ustedes, hermanos de esta diócesis; seré su obispo hasta donde Dios me lo permita; aquí estoy a su servicio, gracias por acogerme; con sus oraciones trataré de ser su padre y pastor”.








Monseñor Héctor agregó: “Al iniciar esta misión en la Diócesis de Santa Rosa de Copán, quiero hacer memoria de mi lema episcopal, elegido para Yoro: Aquí estoy, Señor, inspirado en la respuesta que Samuel dio al Señor. El lema no me costó buscarlo, me vino de manera espontánea, y al ser nombrado obispo de esta diócesis, también me vino el lema: Aquí me tienes, mándame a mí, inspirado con la respuesta de la llamada de Isaías.
La misa concluyó con la bendición del nuevo obispo a todo ese pueblo de Dios que llegó de toda la diócesis.