Inspiradas por la espiritualidad de San Agustín, viven una fe que acoge, une, transforma y como lo dice su lema “Hermanas del Amparo “, ellas son las manos amigas que ayudan a los más vulnerables y esos corazones que apoyan llevando esperanza a los más necesitados.
Hablamos de la Congregación de Agustinas, una congregación religiosa católica femenina, fundada por el sacerdote español Sebastián Gili en Palma de Mallorca el 6 de febrero de 1859. Su carisma nace cuando su fundador fijó la mirada en los más necesitados y desvalidos, en medio de aquellos pobres, niños huérfanos y también en la educación. Las religiosas Nora Salvador, Liliam Calderón y María Olga Pineda Salvador, son conocidas como Agustinas del Amparo, sirven en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cofradía no solo tienen en común su deseo ferviente de servir a Dios, también las une un lazo de sangre son 3 primas con una misma vocación. En el mes de las vocaciones nos comparten su testimonio de cómo ha sido su experiencia ante ese llamado.
¿Religiosa yo?
Nora Alicia Salvador 25 años de servicio
Pertenezco a la orden San Agustín, nuestra espiritualidad se fundamenta en ser libres bajo la gracia teniendo un solo corazón hacia Dios.
Mi nombre es Nora Alicia Salvador y pertenezco a la comunidad de Mayen parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cofradía, tengo 46 años, soy hija de Dionicio Salvador (QDQ) y Sara Cruz somos 10 hermanos y yo soy la menor.
Mi vocación nace desde que era una niña, cuenta mi mami que me ponía un manto en la cabeza y que decía que era monja, cuando era adolescente me gustaba servir en la comunidad en la parte social y en la iglesia.
Inicie en el grupo juvenil luego como catequista, participe en las comunidades eclesiales, la verdad que me gustaba servir en todo, servir sin límites, era feliz en la misión.
A los 19 años la hermana Cornelia de las hermanas agustinas me preguntó si quería ser religiosa y le dije que sí, estaba convencida de que quería servir a Dios, inicié el discernimiento y en junio del 2009 entré a la Congregación Agustina.
Tengo 25 años de haber iniciado esta bonita experiencia, han sido años de experimentar cómo el Señor se digna en llamarnos para vivir con él, puedo decir que ha estado grande conmigo y que sigue confiando en mí aun en medio de mis imperfecciones.
Mi mensaje en este mes de las vocaciones es que no tengan miedo y se puedan lanzar a esta aventura, Dios no se equivoca.
Actualmente acompaño el ministerio de catequesis y estoy muy contenta de poder servir en mi parroquia, el carisma de la congregación es “Amparando a la humanidad” y eso es lo que hacemos. Cómo anécdota nos cuenta que se siente muy contenta de que el Papa León XIV sea de la orden agustina “cuando escuche su nombre fue una enorme alegría, para nosotras fue muy especial que haya visitado nuestra parroquia, tuve la oportunidad de conocer al padre Robert Prevost, hoy Papa León XIV es un hombre muy sereno, sencillo, cercano que transmite paz, muy acogedor, un padre, muy padre”.

Liliam Mercedes García Calderón 21 años de servicio Soy prima de la hermana Nora y la hermana Olga tengo 41 años, soy de la comunidad Ceibita de Cofradía. Mis padres son Adán García y Modesta Calderón, tengo 6 hermanos y pertenezco a una familia de tradición católica donde sirven como delegados. Mi vocación nace desde pequeña, recuerdo que cuando tenía 8 años miraba al sacerdote celebrar la misa en mi comunidad, admiraba el servicio del padre que nos visitaba cada 3 o cuatro meses, es el primer recuerdo que tengo de mi infancia.
Nos comparte que a sus 15 años conoció a las hermanas agustinas en el Centro de Capacitación San Pedro, le encantó su manera de ser y muy convencida dijo “quiero ser como ellas, pasó el tiempo y a los 18 años llegaron dos hermanas de misión a su comunidad y se animó hacer el discernimiento vocacional después de 1 año entró a la congregación y ya tiene 21 años de servir.
Actualmente soy animadora y formadora de las aspirantes (una casa de formación) y apoyó las obras sociales de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cofradía. “Nuestro carisma como Agustinas es que hemos nacido para amparar, nuestro reto y nuestra misión es atender realidades donde encontremos personas que necesiten ayuda. Para ella ser agustina es un acto de mayor responsabilidad que la llena de alegría sobre todo ahora que el Papa León es de la misma congregación, lo siente como un hermano mayor, que va adelante en la fe, en su experiencia de vida y la experiencia que Dios le da a todo consagrado.
María Olga Pineda Salvador 12 años de servicio Soy prima de Nora y Liliam también pertenezco a la Congregación Agustina, nací en Mayen el Merendón, comunidad que pertenece ala parroquia Nuestra Señora delCarmen de Cofradía. Soy hija deJosé Rutilio Pineda delegado de lapalabra y de María Marta Salvador,tengo 6 hermanos.
Mi vocación surge desde los 8 años cuando la hermana Nora me impartía catequesis. A los 14 años visitaba a la hermana Nora y a la hermana Liliam quienes ya estaban en proceso, las admiraba cuando cantaban en las Eucaristías y por las obras que hacían.

En cuanto a su servicio vocacional nos comparte su enorme alegría, un testimonio que se ha ido enriqueciendo desde el momento que entró a la congregación “el Señor no llama a capacitados si no que él nos va capacitando en el transcurso que uno va creciendo como ser humano y a nivel espiritual y es ahí donde nos damos cuenta que la gracia de Dios siempre nos acompaña y que puede ser instrumento y luz para aquellos que buscan seguirle a Cristo a través de este estilo de Vida Consagrada”.
Actualmente sirve en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cofradía Cortés, en la comunidad de Vida Nueva, acompañando a la pastoral de Monaguillos y en la pastoral Vocacional.
Su mensaje a los jóvenes es que no tengan miedo, que se arriesguen a experimentar algo nuevo y tengan fija la mirada en quien sabemos que nos ama con un enorme amor infinito “Ven y arriésgate, hay una nueva manera de vivir”.
Hoy las tres religiosas siguen extendiendo ese carisma en las diferentes obras que tiene nuestra sociedad, siendo así Agustinas Hermanas del Amparo, socorro y bálsamo para los más necesitados.
