La parroquia Inmaculado Corazón de María del sector Rivera Hernández, peregrinó hacia la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol el domingo 21 de septiembre, los feligreses fueron acompañados por su párroco el presbítero Jeremías Lemus, el vicario Wilmer Antonio Aguilar y nuestro obispo emérito, Monseñor Ángel Garachana.
Los fieles caminaron luciendo camisas blancas con el logo del jubileo 2025, salieron desde Plaza las Banderas, encabezando la peregrinación la cruz y la imagen de la Virgen María.
Al llegar a las puertas de la catedral y con el sonar de las campanas dándoles la bienvenida, los peregrinos fueron recibidos por el secretario canciller de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, el padre Gustavo Fuentes quien en nombre del arzobispo Miguel Lenihan les dijo: “los recibo con alegría y agradecimiento y los acojo en esta catedral que es la Iglesia de todos los fieles de la Arquidiócesis, les doy gracias por el esfuerzo para recorrer el camino que los trae hasta aquí, pero sobre todo les agradezco el camino espiritual que han recorrido, camino de conversión, comunión, renovación misionera y de caridad fraterna, los invito a entrar por esta puerta de la esperanza siguiendo mis pasos y reunirnos en asamblea litúrgica para celebrar los divinos misterios”.






Luego de cruzar la puerta de la esperanza, los peregrinos recibieron la aspersión de agua recordando el sacramento del bautismo.
La Eucaristía fue presidida por Monseñor Ángel Garachana quien en su homilía resaltó: “Nuestra Iglesia católica está celebrando el 31 jubileo ordinario de 2025 y les dejaré algunas enseñanzas de la peregrinación jubilar: La primera es que hemos peregrinado juntos como parroquia, como discípulos de Jesús, somos comunidad unida y reunida, somos su pueblo. En la segunda enseñanza, señaló que caminamos juntos con el Señor Jesucristo, conscientes que Jesús al ascender al cielo, no nos ha abandonado, está a nuestro lado en las alegrías y en las tristezas, en los logros y los fracasos, en la salud y en la enfermedad, en las pruebas y en las grandes satisfacciones, en los momentos del tabor (gloria) y en los momentos de calvario (cruz). De la Virgen María, el Obispo recordó María, la madre de Jesús, es nuestra madre, ella también Asunta al cielo con Jesús no nos abandona, ella es la madre que nos auxilia, acompaña, está con nosotros y nos tiene en su corazón”.






“La tercera enseñanza es la virtud de la esperanza, los peregrinos caminamos con la esperanza de llegar un día al encuentro definitivo con Jesucristo” concluyó Monseñor.
Al finalizar la Eucaristía los feligreses dedicaron un canto especial a la santísima Virgen María, seguidamente el párroco Jeremías Lemus agradeció el acompañamiento de Monseñor Ángel Garachana en la peregrinación, también agradeció a Monseñor Miguel Lenihan, al padre Gustavo Fuentes por brindarles la bienvenida y a todos los fieles que asistieron a la peregrinación como la parroquia.


