En su caminar de discernimiento vocacional, las 32 jóvenes que forman parte del proceso de discernimiento vocacional femenino de nuestra Arquidiócesis en conjunto con la vida religiosa han visitado las diferentes congregaciones, esto no es una actividad aislada, es parte del itinerario del proceso de acompañamiento y discernimiento femenino que desde el año pasado han emprendido.
Estas jóvenes, luego de un año de acompañamiento, se dan la oportunidad de conocer las comunidades religiosas, la diversidad carismática, convivir con ellas y así ver la vida de las hermanas, su misión, y su experiencia de entrega en el día a día entre el pueblo de Dios. “Ha sido una práctica provechosa, los ecos de las jóvenes son muy satisfactorios, sobre todo agradecidas, porque se les ha permitido conocer esta riqueza de la Iglesia y los carismas de las congregaciones presentes en San Pedro Sula. Algunas de ellas van tomando en consideración discernir seriamente la posibilidad de ingresar a la vida religiosa. Cabe resaltar que, de la promoción del año pasado, cuatro de ellas han ingresado a la vida religiosa, dos a la vida contemplativa y dos a la vida activa” expresó el seminarista Eduardo Carranza.
Con estos procesos están suscitando nuevas vocaciones, no sólo a la vida religiosa, sino también a la vida matrimonial y a la vida laical comprometida y generosamente.
